Hoy nos hemos despertado con la terrible noticia de la muerte de Juan Antonio Cebrián, el alma del maravilloso programa La Rosa de los Vientos. Un infarto al corazón traicionero se lo llevaba con tan sólo 41 años de edad, sin darle tiempo para despedirse de todos los seguidores, legión en las ondas radiofónicas.
Cebrián creó escuela, y supo como nadie transmitir aquello que otros no han sido nunca capaces; esas tertulias científicas, esos pasajes de la historias, esas horas y horas de radio que nos deja y que nunca morirá. Para mí es el maestro, un ejemplo a imitar y a seguir, una persona que me acerco a la belleza de la historia y que me hizo comprender que el misterio, la ciencia y la historia pueden ser los más emocionantes viajes que un ser humano puede disfrutar. Descanse en paz maestro.
Más información en rosavientos.es.
Cebrián creó escuela, y supo como nadie transmitir aquello que otros no han sido nunca capaces; esas tertulias científicas, esos pasajes de la historias, esas horas y horas de radio que nos deja y que nunca morirá. Para mí es el maestro, un ejemplo a imitar y a seguir, una persona que me acerco a la belleza de la historia y que me hizo comprender que el misterio, la ciencia y la historia pueden ser los más emocionantes viajes que un ser humano puede disfrutar. Descanse en paz maestro.
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