Cuando era pequeño e iba a la piscina en bicicleta solía dejarla con un candado apoyada en la vaya esperando que no me tocase volver andando a mi casa. Además, con los amigos, siempre bromeabamos con uno que tenía una bici con un sillín que se quitaba sin necesidad de tener una llave y le decíamos: verás como te tengas que ir sin sillín a casa. Y es que esto de las bicis es lo que tiene, que al final, te pueden dejar sólo con las ruedas:
Via: helektron
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