Habeis leído bien. Según aparece en El Correo un trabajador ha sido despedido de su trabajo por tirarse excesivos pedos en su trabajo. “Nos vemos obligados a notificarle su apercibimiento por causa real y seria debido a los siguientes motivos: perturbaciones sonoras tales como eructos regulares y flatulencias no disimuladas por las que resulta que sus faltas y su comportamiento generan tensiones y conflictos recurrentes en las relaciones con sus colegas de trabajo”.
A si que ya sabeis amigos, si vuestra madre os pone un buen plato de garbanzos tener mucho cuidado que podeis acabar en la calle.
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